Tema

Creencias básicas

A los representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se les suele preguntar si la Iglesia se ha ido alineando con el tiempo a la “corriente dominante”.

Si irse alineando a la “corriente dominante” significa que a los Santos de los Últimos Días se les ha ido considerando cada vez más una parte relevante, significativa y participativa de la sociedad —particularmente en los Estados Unidos, donde ya hay más de seis millones de miembros—, entonces, claro está, la respuesta es “sí”. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fundada en el estado de Nueva York en 1830 con tan sólo seis miembros, es hoy en día la cuarta iglesia más grande de los Estados Unidos, según estimaciones independientes.

De ello se desprende que sus miembros se encuentren en cada estrato social: en el ámbito empresarial y en la agricultura, en la educación y en las ciencias, en los partidos políticos y en el gobierno, en la industria del entretenimiento y en el mundo informativo. De hecho, es más probable que la gente conozca amigos, vecinos y compañeros de trabajo que sean Santos de los Últimos Días, y quizás no sepan tanto de la Iglesia en sí como institución o sus enseñanzas. Esto también es así en muchos otros países fuera de los Estados Unidos.

Si irse alineando a la “corriente dominante” significa que la Iglesia ha ido perdiendo las creencias que caracterizan la esencia de su mensaje, la respuesta es distinta. Si bien se respetan las opiniones divergentes de otras personas religiosas, los líderes de la Iglesia desean comunicar con claridad las creencias que definen a los Santos de los Últimos Días.

Las siguientes son algunas de las diferencias más importantes en las creencias y las prácticas entre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y otras iglesias cristianas.

La Restauración

Debido a que los Santos de los Últimos Días creen que la autoridad apostólica divina se perdió después de la muerte de los antiguos apóstoles, se hacía necesario que se llevara a cabo una restauración de dicha autoridad. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creen que dicha restauración empezó a principios del siglo XIX con revelaciones dadas al joven José Smith.

La Trinidad

Entre las diferencias más notables con otras iglesias cristianas se hallan las relacionadas con la naturaleza de Dios, de Jesucristo y del Espíritu Santo. Juntos integran lo que los Santos de los Últimos Días denominan la Trinidad.

Profetas contemporáneos, revelación continua y nuevas Escrituras

Los Santos de los Últimos Días creen que Dios aún habla a la humanidad, que Él ha llamado a nuevos apóstoles y profetas, y que la revelación fluye en la actualidad tal como ocurrió en la antigüedad. Es más, muchas de esas revelaciones se han incorporado formalmente a nuevos tomos de Escritura, como por ejemplo, el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo; Doctrina y Convenios, que es una recopilación de revelaciones dadas a José Smith y a posteriores presidentes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; y La Perla de Gran Precio, que incluye los escritos de Moisés y Abraham, así como escritos contemporáneos de José Smith.

El Plan de Salvación

La teología de los Santos de los Últimos Días incluye lo que los mormones denominan el “plan de salvación”, un tema que abarca el estado premortal de todo el género humano, las razones por las que Dios creó el mundo, la naturaleza y el propósito de nuestra vida aquí y el futuro que nos aguarda en la vida venidera.

Los templos y su propósito

El propósito principal de la obra del templo es “sellar” o unir a las familias con la expectativa de que las relaciones familiares continúen más allá de la muerte. Los mismos ritos del templo pueden efectuarse a favor de personas fallecidas. No existe un equivalente a las prácticas del templo en otras iglesias cristianas.

El programa misional

La diferencia existe más bien en la práctica que en el aspecto doctrinal, ya que muchas iglesias cristianas envían misioneros a predicar el Evangelio. No obstante, el programa misional de la Iglesia se distingue y se reconoce por la gran cantidad y la extensa distribución de los misioneros, por la duración y la variedad del servicio que prestan y por su apariencia y su prédica de un Evangelio restaurado.

Clero laico

La Iglesia de Jesucristo no tiene un clero profesional de tiempo completo a nivel de congregación. Aún en los niveles más altos de la Iglesia, los líderes llamados a ser apóstoles de tiempo completo abandonan profesiones más lucrativas para servir en un llamamiento vitalicio como “testigos especiales de Jesucristo” y para supervisar la Iglesia en todo el mundo.

Prácticas de salud

El abstenerse de tomar alcohol no es exclusivo de los Santos de los Últimos Días. Sin embargo, entre ellos se espera que esa abstinencia sea completa, y que también lo sea el abstenerse del tabaco, el té y el café.

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